¡Hola a todos, amantes de la gestión pública y el servicio a la comunidad! Como saben, en este blog siempre estamos buscando las claves para que nuestra labor como administradores públicos sea impecable y, sobre todo, impactante.
Hoy quiero que hablemos de algo que, a veces, dejamos en segundo plano, pero que es crucial para nuestro crecimiento y la calidad de los servicios que ofrecemos: la participación en actividades académicas.
Sí, me refiero a esos congresos, seminarios, talleres y, por supuesto, a la formación continua que nos mantiene al día en un mundo que cambia a una velocidad de vértigo.
Personalmente, he descubierto que sumergirme en el ambiente académico no solo renueva mis conocimientos, sino que me da una perspectiva fresca y muchísimas ideas para aplicar en mi día a día.
Es una oportunidad de oro para conectar con colegas, debatir sobre los desafíos actuales de la administración pública y descubrir las últimas tendencias en gobernanza digital y políticas innovadoras.
Si queremos ser esos profesionales que marcan la diferencia y que la sociedad necesita, es hora de darle el valor que se merece a este tipo de desarrollo.
¿Listos para potenciar su carrera y el servicio público? En las siguientes líneas, vamos a desgranar por qué es tan vital involucrarse en el mundo académico y cómo puede transformar tu impacto.
Despierta tu Potencial: La Formación Continua como Motor de Cambio

Nuevas Perspectivas para Viejos Desafíos
La verdad es que en la administración pública, con la vorágine del día a día, muchas veces caemos en la tentación de seguir haciendo las cosas como siempre se han hecho.
Nos acostumbramos a ciertos procesos, a ciertas soluciones, y aunque funcionen, rara vez nos detenemos a pensar si son las más eficientes o innovadoras.
Es aquí donde la participación en actividades académicas se vuelve un soplo de aire fresco. Recuerdo hace unos años, durante un simposio sobre urbanismo sostenible en Bogotá, cómo escuché a un experto de Sevilla presentar un modelo de gestión de residuos que, honestamente, me abrió los ojos.
Las ideas que compartió eran tan diferentes a lo que estábamos aplicando que, de inmediato, supe que debíamos explorarlas. No se trataba de copiar y pegar, por supuesto, sino de tomar esa chispa de conocimiento y adaptarla a nuestras circunstancias.
Este tipo de encuentros nos obliga a salir de nuestra zona de confort intelectual, a cuestionar lo establecido y a buscar soluciones más creativas y adaptadas a los nuevos tiempos.
Al exponernos a investigaciones de vanguardia y a la experiencia de otros profesionales, nuestra mente se expande y empezamos a ver los problemas de siempre desde ángulos completamente distintos, lo cual es invaluable para cualquier gestor público que desee generar un impacto real y duradero en su comunidad.
Mantente a la Vanguardia: La Adaptación es Supervivencia
Vivimos en un mundo que evoluciona a una velocidad vertiginosa, y la administración pública no es una excepción. Las tecnologías cambian, las expectativas ciudadanas se transforman y los desafíos socioeconómicos son cada vez más complejos.
Si no nos actualizamos constantemente, corremos el riesgo de quedarnos obsoletos, ofreciendo servicios que ya no responden a las necesidades reales de la población.
La formación continua, en este sentido, no es un lujo, ¡es una necesidad imperante! Personalmente, me he dado cuenta de que cada vez que asisto a un congreso sobre gobernanza digital o nuevas metodologías de gestión, como el que se celebró recientemente en El Salvador y destacaba la ESIAP por su enfoque en la innovación, vuelvo con una energía renovada y una lista de herramientas y estrategias que puedo implementar.
Es como cargar la batería de nuestro conocimiento profesional. Por ejemplo, he visto cómo la implementación de plataformas digitales para la participación ciudadana, inspirada en lo que se discute en estos foros, ha mejorado la transparencia y la confianza en mi propio municipio.
Si queremos que nuestras instituciones sean resilientes y proactivas, capaces de afrontar los retos del futuro, debemos comprometernos con un aprendizaje ininterrumpido.
Es nuestra responsabilidad como administradores públicos estar siempre un paso adelante, anticipando los cambios y adquiriendo las competencias necesarias para liderar la transformación de nuestros entornos.
Tejiendo Redes: El Valor Incalculable del Networking Académico
Conexiones que Impulsan tu Carrera y Proyectos
Una de las mayores joyas que he encontrado en el mundo académico es, sin duda, la posibilidad de establecer conexiones significativas. No me refiero solo a intercambiar tarjetas, sino a construir relaciones auténticas con colegas de distintas partes del mundo hispanohablante, desde España hasta América Latina.
Recuerdo con especial cariño un congreso en Chile, donde conocí a una administradora pública de Costa Rica. Hablamos durante horas sobre los desafíos similares que enfrentábamos en la gestión de proyectos de infraestructura local.
De esa conversación casual surgió una colaboración increíble: compartimos plantillas, estrategias de comunicación con la ciudadanía y hasta nos dimos consejos sobre cómo manejar ciertas situaciones burocráticas complejas.
El hecho de saber que tienes a tu disposición una red de profesionales con experiencias y conocimientos diversos es un activo invaluable. Cuando te encuentras con un problema difícil, poder levantar el teléfono o enviar un correo electrónico a alguien que ya ha pasado por lo mismo y tiene una perspectiva diferente, es simplemente oro puro.
Estas redes son caldo de cultivo para la innovación y la resolución de problemas, y me han ayudado no solo en mi desarrollo profesional sino también en la ejecución de proyectos de mayor impacto para mi comunidad.
Intercambio de Saberes: Aprender de Colegas Expertos
El aprendizaje no solo se da a través de las ponencias magistrales o los artículos científicos; una parte crucial y, a mi parecer, la más enriquecedora, es el intercambio informal de saberes con otros profesionales.
En cada café, en cada pausa entre sesiones, he descubierto verdaderas gemas de conocimiento práctico. Hace poco, en un seminario sobre ética pública en Madrid, me senté a charlar con un funcionario del ayuntamiento de Valencia que me explicó cómo estaban implementando un nuevo sistema de transparencia proactiva que reducía los tiempos de respuesta y aumentaba la confianza ciudadana.
Su experiencia directa, los pequeños trucos que había aprendido en el camino y los errores que había logrado corregir, eran mucho más valiosos que cualquier manual.
Es en estos momentos de camaradería y confianza donde realmente absorbemos la sabiduría acumulada. Los debates, las preguntas y el simple hecho de escuchar las perspectivas de personas que viven realidades administrativas similares pero en contextos diferentes, nos permiten ampliar nuestro horizonte, desafiar nuestras propias creencias y encontrar soluciones creativas que, de otra forma, nunca hubiéramos considerado.
La riqueza del intercambio radica precisamente en la diversidad de experiencias y la generosidad de compartir lo aprendido, y eso es algo que solo se vive plenamente en el ambiente académico.
Más Allá de la Teoría: Llevando el Conocimiento al Campo de Batalla
Transformando Ideas en Acciones Concretas
De nada sirve acumular conocimiento si no somos capaces de llevarlo a la práctica. Una de las cosas que más me apasionan de la participación académica es la oportunidad de traducir esas ideas brillantes que se discuten en los foros en acciones concretas que beneficien a nuestros ciudadanos.
Recuerdo un taller sobre presupuestos participativos en Guadalajara, México, donde aprendimos una metodología innovadora para involucrar a la comunidad en la asignación de recursos.
Al regresar a mi puesto, mi equipo y yo nos pusimos manos a la obra para adaptar ese modelo a nuestra realidad local. Fue un proceso desafiante, no te voy a engañar, pero la satisfacción de ver cómo las ideas teóricas se convertían en proyectos tangibles, elegidos y defendidos por los propios vecinos, fue inmensa.
Lo bonito de estos espacios es que te brindan el “cómo”, no solo el “qué”. Nos dotan de herramientas, de estudios de caso y de la confianza para atrevernos a innovar.
Es esa conexión entre la academia y la práctica lo que realmente potencia nuestra labor, permitiéndonos dejar de ser meros ejecutores para convertirnos en verdaderos agentes de cambio en nuestras comunidades.
Casos de Éxito y Lecciones Aprendidas de Primera Mano
En el ámbito de la gestión pública, no todo son éxitos; los errores y los fracasos son parte del camino. Sin embargo, aprender de ellos es fundamental.
Y qué mejor manera de hacerlo que a través de los casos de éxito y, sobre todo, las lecciones aprendidas que se comparten en el entorno académico. En un seminario reciente en Lima, Perú, un colega presentó un caso de estudio sobre la implementación fallida de un sistema de gestión de residuos en su ciudad, y cómo lograron rescatarlo y convertirlo en un modelo eficiente.
Su honestidad al compartir los obstáculos y las estrategias que finalmente funcionaron, fue increíblemente valiosa. Me sentí completamente identificado con algunos de los desafíos que había enfrentado.
Estos relatos de primera mano nos ofrecen una hoja de ruta, nos advierten sobre posibles trampas y nos animan a persistir. No se trata de reinventar la rueda, sino de aprovechar la sabiduría colectiva.
Cada vez que escucho a un colega hablar de su experiencia, positiva o negativa, siento que estoy acumulando una especie de “fondo de armario” de soluciones y precauciones que puedo usar cuando me toque enfrentarme a situaciones similares.
Es una forma de aprendizaje vicario que acelera nuestro desarrollo profesional de una manera que la lectura individual difícilmente podría lograr.
Impulsando la Innovación: Herramientas para una Gestión Pública del Siglo XXI
Adopción de Tecnologías y Metodologías Avanzadas
Si hay algo que me ha quedado claro con el paso del tiempo es que la administración pública no puede permitirse el lujo de quedarse atrás en cuanto a tecnología y metodologías.
La ciudadanía espera y merece servicios eficientes, transparentes y accesibles, y eso solo es posible si adoptamos las herramientas más avanzadas. Las actividades académicas son un escaparate de lo que está por venir.
Recuerdo asistir a un foro en Buenos Aires donde se habló sobre la aplicación de la inteligencia artificial en la optimización de rutas de transporte público o la mejora de la atención ciudadana a través de chatbots.
Al principio, sonaba a ciencia ficción, pero luego me di cuenta de que muchas de estas innovaciones ya se están implementando con éxito en otros lugares.
En España, por ejemplo, la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial 2024 busca impulsar la IA en las administraciones públicas con una inversión considerable, lo que demuestra la seriedad con la que se toma este avance.
No se trata solo de la tecnología en sí, sino de las metodologías que la acompañan: el pensamiento estratégico, el análisis de datos para la toma de decisiones, la gestión ágil de proyectos.
Estas habilidades son fundamentales para cualquier líder público moderno que quiera hacer una diferencia. Integrar estas nuevas herramientas y enfoques no solo mejora la eficiencia, sino que también aumenta la confianza de los ciudadanos en sus instituciones.
Modelos de Gobernanza: Inspiración para un Mejor Servicio
El concepto de gobernanza ha evolucionado enormemente en los últimos años, y los modelos que se estudian y debaten en el ámbito académico son una fuente inagotable de inspiración para mejorar la calidad de nuestros servicios públicos.
No se trata solo de la eficiencia interna, sino de cómo interactuamos con la ciudadanía, con el sector privado y con otras instituciones para construir soluciones colectivas.
En un encuentro reciente sobre gobernanza digital en América Latina y el Caribe, se enfatizó la necesidad de marcos de gobernanza sólidos y la proactividad en el uso de datos para fomentar la capacidad de respuesta y la resiliencia en el sector público.
Personalmente, me fascinan los ejemplos de modelos de colaboración público-privada-academia que se presentan en estos foros, donde todos los actores trabajan juntos para abordar problemas complejos.
Por ejemplo, en el Cono Sur se ha destacado la colaboración entre el sector público, privado y la academia para liderar la transición energética, buscando no solo exportar recursos, sino también generar innovación y desarrollo industrial local.
Esto demuestra que al adoptar enfoques de gobernanza más abiertos y colaborativos, podemos construir administraciones más transparentes, participativas y, en definitiva, más efectivas.
Es una cuestión de mentalidad: pasar de una administración que simplemente gestiona a una que co-crea valor público con todos los actores de la sociedad.
Tu Carrera, Tu Comunidad: Invertir en Ti es Invertir en Todos
Un Escalón Hacia el Reconocimiento y Oportunidades
Si bien es cierto que nuestra motivación principal como administradores públicos es servir a la ciudadanía, no podemos obviar el impacto que la participación académica tiene en nuestro desarrollo profesional y personal.
Invertir en formación continua, asistiendo a congresos y diplomados, es un claro escalón hacia el reconocimiento y la apertura de nuevas oportunidades.
Recuerdo a un compañero que, después de completar un diplomado en gestión pública y participar activamente en varios seminarios internacionales, fue ascendido a un puesto de mayor responsabilidad en un ministerio.
Su perfil, enriquecido por esos conocimientos actualizados y las conexiones que había establecido, lo convirtió en un candidato ideal. No se trata solo de un título o un certificado, sino de la confianza y la autoridad que adquieres al demostrar que estás comprometido con la excelencia y que dominas las últimas tendencias en tu campo.
Esta visibilidad te abre puertas, te permite liderar proyectos más ambiciosos y, en última instancia, te posiciona como un referente en tu área. Es una inversión estratégica que beneficia tanto tu trayectoria individual como la capacidad de tu institución para atraer y retener talento.
El Impacto Multiplicador en la Calidad de Vida Ciudadana
Más allá de los beneficios individuales, el impacto más profundo de nuestra participación académica se refleja directamente en la calidad de vida de los ciudadanos.
Cada nuevo conocimiento, cada habilidad adquirida, cada conexión establecida, se traduce en una mejor gestión, en políticas públicas más efectivas y en servicios más eficientes.
Cuando un administrador público regresa de un evento académico con una nueva estrategia para optimizar la recolección de residuos o un modelo innovador para la atención a personas mayores, el beneficiario final es la comunidad.
He visto cómo la implementación de ideas obtenidas en estos foros ha logrado reducir los tiempos de espera en trámites, mejorar la seguridad vial, o impulsar programas de inclusión social que realmente marcan la diferencia.
Es un efecto multiplicador: al mejorar nuestra capacidad individual, elevamos el nivel de toda la administración, lo que se traduce en un Estado más fuerte, más transparente y más sensible a las necesidades de su gente.
Nuestro compromiso con el aprendizaje no es un acto egoísta; es un acto de servicio que alimenta directamente el bienestar colectivo. Al invertir en nuestro desarrollo, estamos invirtiendo en un futuro mejor para todos.
La Curiosidad como Motor: Evitando el Estancamiento Profesional

Rompiendo la Rutina: Nuevas Preguntas, Mejores Respuestas
Si eres como yo, sabrás que la rutina puede ser una trampa. En la gestión pública, la repetición de tareas y procesos, aunque necesaria, puede apagar la chispa de la creatividad y la curiosidad.
¡Y eso es algo que no nos podemos permitir! El entorno académico es el antídoto perfecto para este estancamiento. Cada vez que asisto a un congreso, me siento como un niño en una tienda de dulces: nuevas ideas, nuevos enfoques, nuevas preguntas que me hacen ver mi trabajo desde otra óptica.
Recuerdo un panel en un congreso de administración pública en Sevilla donde se debatía sobre cómo las pequeñas innovaciones pueden generar grandes impactos en la satisfacción ciudadana.
Esa conversación me llevó a cuestionar procesos que dábamos por sentados y a buscar soluciones más sencillas y directas. Es como si el ambiente te empujara a desafiar lo establecido, a buscar mejores respuestas y a no conformarte con el “así se ha hecho siempre”.
Esta mentalidad, nutrida por el contacto con diferentes perspectivas, es esencial para una administración pública ágil y moderna, que no solo reacciona a los problemas, sino que se anticipa a ellos y propone soluciones transformadoras.
Desarrollo Personal y Bienestar Profesional Continuo
No todo es conocimiento técnico y habilidades duras; la participación académica también contribuye enormemente a nuestro desarrollo personal y a nuestro bienestar profesional.
El hecho de conocer gente nueva, de debatir ideas, de sentirte parte de una comunidad global de profesionales con tus mismas inquietudes, es increíblemente gratificante.
Personalmente, he encontrado en estos espacios una fuente de motivación y de energía. A veces, la presión del trabajo en el sector público puede ser abrumadora, y desconectar un poco para recargar y aprender algo nuevo es revitalizante.
Me ha ayudado a ver que no estoy solo en los desafíos que enfrento y que hay muchas personas brillantes trabajando por un futuro mejor. Además, la oportunidad de presentar ponencias o participar en paneles me ha permitido desarrollar mis habilidades de comunicación y liderazgo, lo cual es fundamental para mi crecimiento integral.
En definitiva, es una inversión en ti mismo, en tu pasión por el servicio público y en tu capacidad para mantenerte motivado y feliz en una carrera que, aunque exigente, es profundamente significativa.
| Tipo de Actividad Académica | Beneficio Principal para el Gestor Público | Mi Experiencia y un Consejo Personal |
|---|---|---|
| Congresos y Conferencias | Acceso a investigaciones de vanguardia y grandes redes de contacto profesional. | Siempre vuelvo con la cabeza llena de ideas frescas y una agenda de contactos valiosos. Mi consejo: ¡no te quedes en tu asiento, atrévete a interactuar con los ponentes y otros asistentes! |
| Seminarios y Talleres Prácticos | Desarrollo de habilidades específicas y aplicación directa de conocimientos. | Recuerdo un taller de gobernanza digital que transformó mi enfoque. ¡Busca los que te ofrezcan herramientas concretas que puedas usar mañana mismo! |
| Cursos de Posgrado o Diplomados | Profundización en áreas clave y acreditación formal de tu expertise, abriendo nuevas oportunidades profesionales. | Invertir en un máster fue un antes y un después en mi carrera. ¡Es un compromiso, pero vale la pena por tu futuro y el de tu comunidad! |
| Redes Profesionales y Plataformas de Conocimiento | Intercambio continuo de experiencias y mejores prácticas, rompiendo barreras geográficas. | Participar en comunidades como NovaGob me ha permitido resolver problemas complejos gracias a la sabiduría colectiva. ¡Sé activo, comparte y no dudes en pedir ayuda! |
글을마치며
¡Y así llegamos al final de este recorrido, queridos colegas y amigos de la administración pública! Espero de corazón que estas reflexiones les hayan contagiado esa misma chispa que a mí me impulsa a seguir explorando el vasto universo del conocimiento académico. Recuerden que cada congreso, cada seminario, cada curso que tomamos, no es un gasto, sino una inversión de valor incalculable. Es una siembra para cosechar no solo un futuro profesional más brillante para nosotros, sino, lo que es aún más importante, un servicio público más robusto, innovador y humano para nuestras comunidades. No subestimen el poder transformador de la curiosidad y la sed de aprender; son los motores que nos permiten, día a día, construir una administración pública que realmente esté a la altura de los desafíos y las esperanzas de nuestra gente. ¡Sigamos aprendiendo, creciendo y transformando!
알아두면 쓸모 있는 정보
1.
Cómo maximizar tu experiencia académica:
No te limites a escuchar. Participa activamente en los debates, haz preguntas, y busca activamente oportunidades para interactuar con ponentes y otros asistentes. Personalmente, he encontrado que los mejores aprendizajes surgen en las conversaciones de pasillo y en las pausas para el café, donde la formalidad se relaja y las ideas fluyen con mayor naturalidad. Prepara un par de preguntas clave antes de cada sesión que te interese, así garantizas que tu participación sea significativa y te ayude a profundizar en los temas que más te importan.
2.
Elige bien tus eventos:
Con tantas opciones disponibles, es fácil sentirse abrumado. Mi truco es siempre buscar eventos que no solo aborden temáticas relevantes para mi trabajo actual, sino que también me desafíen a pensar fuera de la caja. Las plataformas de las instituciones académicas y los colegios profesionales suelen tener calendarios de eventos muy completos. Por ejemplo, en mi caso, priorizo aquellos que tienen un componente práctico o que presentan estudios de caso que puedan inspirar soluciones directas a problemas de gestión en mi entorno local. No olvides que la calidad del contenido y los ponentes es clave.
3.
No olvides la aplicación práctica:
El objetivo final de adquirir conocimiento es aplicarlo. Después de cada actividad académica, tómate un tiempo para reflexionar sobre lo aprendido y cómo podrías implementarlo en tu día a día. Una vez, tras un taller sobre digitalización de trámites, regresé con una hoja de ruta clara para optimizar un proceso burocrático que llevaba años siendo un dolor de cabeza. Habla con tu equipo, comparte las ideas y busquen juntos cómo aterrizarlas. Ver cómo una idea teórica se convierte en una mejora palpable para los ciudadanos es la mayor recompensa.
4.
Construye tu red de contactos estratégicamente:
Las conexiones que haces en estos foros son un tesoro. No se trata solo de añadir a alguien en LinkedIn, sino de cultivar relaciones genuinas. Mantén el contacto con aquellas personas cuyas ideas te inspiraron, o que trabajan en áreas similares a la tuya. Nunca sabes cuándo necesitarás un consejo experto o una perspectiva diferente. Recuerdo que gracias a una conexión de un congreso, pude resolver un problema logístico complejo en mi municipio. ¡La ayuda de un colega con experiencia similar fue invaluable! Una red sólida es un soporte vital en nuestra carrera.
5.
Aprovecha los recursos online:
Si bien la experiencia presencial es insustituible, las plataformas online ofrecen una riqueza de recursos académicos que no deberíamos ignorar. Muchos congresos ofrecen transmisiones en vivo o grabaciones, y existen infinidad de cursos MOOC (Massive Open Online Courses) de universidades prestigiosas que puedes realizar desde casa. Son una excelente opción para mantenerse actualizado si el tiempo o el presupuesto son limitantes. La clave está en la disciplina y en la capacidad de filtrar la información para encontrar aquello que realmente aporte valor a tu desarrollo profesional y personal.
중요 사항 정리
Impulsa tu carrera y el servicio público:
La participación en actividades académicas es mucho más que asistir a un evento; es una inversión estratégica en tu desarrollo profesional y en la mejora de la administración pública. Personalmente, he sentido cómo cada seminario o congreso no solo amplía mis horizontes de conocimiento, sino que también me otorga las herramientas y la confianza para enfrentar desafíos complejos con una perspectiva renovada y soluciones innovadoras.
Conecta y colabora:
Establecer redes de contacto con colegas de distintas regiones y países es uno de los mayores valores de estos encuentros. El intercambio de experiencias y el aprendizaje de casos de éxito (y también de fracasos) nos permiten enriquecernos mutuamente, creando una comunidad de profesionales comprometidos con la excelencia. Es fascinante cómo una conversación casual puede derivar en colaboraciones significativas que impactan directamente en la eficiencia y transparencia de la gestión.
Innovación y transformación constante:
El mundo cambia, y la administración pública debe cambiar con él. La formación continua y el acceso a las últimas tendencias en gobernanza, tecnología y metodologías son esenciales para ofrecer servicios de calidad y adaptados a las necesidades ciudadanas del siglo XXI. Adoptar tecnologías avanzadas y modelos de gobernanza más participativos y eficientes no es una opción, sino una obligación para quienes buscamos un impacto positivo y duradero en la sociedad. ¡El futuro de la gestión pública está en nuestras manos!
Preguntas Frecuentes (FAQ) 📖
P: ¿Por qué debería un administrador público, con una agenda ya tan apretada, dedicar tiempo a actividades académicas? ¿No es suficiente con la experiencia diaria?
R: ¡Uf, esa es una pregunta que me hacen muchísimo y entiendo perfectamente la preocupación por el tiempo! Mira, la experiencia diaria es, sin duda, la base de nuestro saber, es el campo de batalla donde ponemos a prueba lo que sabemos.
Pero, ¿sabes qué? El mundo avanza tan rápido que lo que funcionó ayer, quizás hoy ya esté obsoleto. Personalmente, he sentido cómo, sin la actualización constante que me dan las actividades académicas, uno corre el riesgo de caer en la inercia, de aplicar soluciones del pasado a problemas del presente.
Piénsalo así: la academia no solo te da los últimos modelos y teorías, sino que te ofrece una perspectiva crítica, te invita a cuestionar lo establecido y a buscar nuevas formas de hacer las cosas.
Es como tener un “laboratorio de ideas” donde puedes experimentar, debatir con expertos y colegas de otras instituciones, y regresar a tu oficina con un arsenal de herramientas innovadoras.
Yo mismo he regresado de congresos con ideas que, al aplicarlas, han transformado procesos enteros en mi área, mejorando la atención ciudadana o la eficiencia interna.
Además, y esto es clave, ¡el networking es impagable! Conocer a otros profesionales, intercambiar tarjetas, crear una red de contactos sólida, puede abrirte puertas a colaboraciones futuras, a mentorías inesperadas y, por qué no, a nuevas oportunidades de crecimiento profesional.
Así que no, la experiencia diaria es crucial, pero la savia nueva de la academia es el fertilizante que hace que esa experiencia florezca de verdad.
P: ¡Me has convencido! Pero, ¿cómo hago para encontrar congresos o cursos que realmente sean útiles para mi área en la administración pública y no perder el tiempo?
R: ¡Excelente decisión! Esa es una duda muy común, porque hay muchísima oferta y no queremos invertir nuestro valioso tiempo y recursos en algo que no nos aporte.
Mi truco personal es empezar por lo específico: piensa en los desafíos más grandes que enfrentas en tu día a día o en los temas en los que sientes que necesitas un empujón.
Luego, te recomiendo estos caminos:
- Las universidades públicas y privadas en España suelen tener departamentos especializados en Derecho Administrativo, Gestión Pública, Ciencias Políticas o incluso Innovación Pública.
Sus programas de máster, cursos de experto o seminarios suelen ser muy prácticos y con ponentes de altísimo nivel. - Colegios profesionales y asociaciones de funcionarios: Muchas veces organizan sus propias jornadas, conferencias y talleres.
Además, suelen tener bolsas de trabajo y foros donde comparten estas oportunidades. Por ejemplo, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) o los colegios de secretarios, interventores y tesoreros de administración local (COSITAL). - Plataformas online especializadas: Hay portales que agrupan eventos y formaciones, tanto presenciales como virtuales.
Busca “formación administración pública” o “eventos gestión pública” y te sorprenderás. Asegúrate de que sean instituciones reconocidas. Yo he descubierto cursos online asincrónicos que me han permitido formarme a mi ritmo, ¡una maravilla! - Boletines oficiales y páginas web de ministerios o consejerías: A veces, publican sus propios programas de formación interna o convocatorias para cursos subvencionados que son muy específicos y directamente aplicables a tu puesto.
- Pregunta a tus colegas: ¡La recomendación de boca en boca es oro puro!
Un compañero que ya ha asistido a un congreso o ha hecho un curso te puede dar una perspectiva muy honesta sobre si vale la pena o no.
Mi consejo final: lee bien el programa, fíjate en los ponentes (¿son académicos con prestigio o profesionales con experiencia probada en el sector?), y si puedes, busca opiniones de antiguos alumnos o asistentes.
Así minimizas el riesgo y maximizas la utilidad.
P: Suena genial, pero mi mayor obstáculo es el tiempo. ¿Cómo puedo gestionar mi apretada agenda laboral para poder participar en estas formaciones sin descuidar mis responsabilidades?
R: ¡Ah, el tiempo, el eterno desafío del administrador público! Entiendo perfectamente esa sensación de que las 24 horas del día no son suficientes. Mi experiencia me dice que la clave está en la planificación estratégica y en convertir la formación en una inversión, no en un gasto de tiempo.
- Prioriza y planifica con antelación: Mira tu calendario con meses de anticipación. Si sabes que en mayo hay un congreso clave, empieza a ajustar tu carga de trabajo desde marzo.
Bloquea esos días en tu agenda y, lo que es crucial, comunica a tu equipo y a tus superiores tu intención de asistir y por qué es importante para tu desempeño y el de la institución. - Negocia con tus superiores: No veas la formación como algo personal, sino como un beneficio para la institución.
Prepara un pequeño informe donde expliques cómo lo aprendido se traducirá en mejoras concretas para tu departamento o para la ciudadanía. Explica cómo la actualización te hará más eficiente y competente.
Muchos organismos tienen partidas presupuestarias o días de formación asignados; ¡úsalos! - Aprovecha las opciones flexibles: Hoy en día, hay muchísimos seminarios web, cursos online masivos y abiertos (MOOCs) y formaciones en formato híbrido.
Esto te permite aprender desde casa, en tus ratos libres, o incluso en el transporte público, sin tener que desplazarte o ausentarte de la oficina. ¡Yo soy un gran fan de los podcasts especializados en gestión pública mientras paseo al perro! - Delega y optimiza: Aprende a delegar tareas que otros puedan hacer.
Además, revisa tus propios procesos de trabajo. ¿Hay algo que puedas automatizar? ¿Alguna reunión que puedas hacer más corta?
Cada minuto cuenta. - Convierte el aprendizaje en parte de tu rutina: No esperes a un gran congreso. Dedica pequeños bloques de tiempo cada semana a leer artículos, escuchar podcasts o ver tutoriales relacionados con tu campo.
Yo, por ejemplo, dedico los primeros 30 minutos de mi lunes a revisar las novedades regulatorias o tecnológicas. Es una inversión pequeña con un retorno enorme.
No te culpes si no puedes participar en todo.
Lo importante es ser constante y elegir aquellas actividades que realmente te impulsen. Al final, un profesional actualizado y con nuevas herramientas beneficia a todos.






